1985
Páginas
viernes, 31 de mayo de 2013
Las nuevas inboxes de Gmail y los viajes en el tiempo
martes, 7 de mayo de 2013
Generación Instagram – Nostalgia anticipada
![]() |
Mi foto 500. – @eteiss |
viernes, 5 de abril de 2013
No. Yo no te doy mi email en la primera cita
lunes, 1 de abril de 2013
La historia de mi vida en las redes sociales: proyección de imágenes, identidad extendida
![]() |
Origami Shadow Art - Kumi Yamashita |
De esta forma, se mezclan todo el tiempo lo personal y lo profesional. Hay quien lo tiene muy separado, quien vive en un perfil anónimo o quien tiene dos cuentas de Twitter… pero hay profesiones en las que no es nada fácil. Además, es cierto, es un escaparte para demostrar lo que no daría tiempo en una entrevista de trabajo normal y es bueno aprovecharlo. De modo que se hace necesaria una responsabilidad y un autocontrol que no se pueden descuidar. Porque todo forma parte de tu “personal brand”, de la que no te puedes despegar ni puedes dejar de alimentar. Porque si no, te pierdes en el océano de la mediocridad. Y ninguno estamos dispuestos a eso.
domingo, 15 de julio de 2012
Figurando (que, aunque no debería, es gerundio)
Así que actualizo perfiles, me uno a nuevas redes sociales, me reafirmo en las razones para no caer en las de siempre -sigo sin Facebook, como si eso, a estas alturas, fuera todavía no estar en el mundo-, prometo retomar el contacto con toda esa gente a la que, en realidad, casi siempre me limito a ir mudando de una red a otra sin que eso pase a significar algo más que un número; sin el contenido primero de "contacto" lo demás es quedarse en la superficie o perderse en insondable universo de las posibilidades.
Lo mismo pasa con este afán de aparecer, de sumar perfiles y nombres de usuario -por no hablar de las contraseñas olvidadas y repetidas de forma tan poco recomendable-, de figurar con distintos colores. Como si el hecho de acumular iconos significase que se han hecho más cosas, aunque sólo sea por el tiempo que hay que dedicar a tener todo esto más o menos actualizado.
Cuando, una vez más, lo que marca la diferencia es el contenido real, por raro que parezca en estos tiempos de fachadas y fotos de perfil. La diferencia la marcan aquellos que son capaces de escapar de la simple acumulación y de la pasividad del "Modo lurker" para darle un volumen y un uso profundo a todas estas herramientas tan maravillosas (sí, lo son) que existen.
El último paso, claro, es generar contenido con enjundia, novedoso por su información o su punto de vista, que merezca la pena invertir tiempo en valorarlo. Pero eso ya es otro tema.
Así que en éstas estamos. Y sí, aquí me tenéis.
Mientras, "life is happening".
domingo, 6 de febrero de 2011
Under Preassure
No hay excusa. Está todo al alcance de cualquiera. Y más al nuestro, que sabemos cómo funciona este mundo.
Hay que haber leído todo, escuchado todo, visto todo. Ya, en pretérito perfecto. Y si no lo has hecho ha sido porque no te ha dado la gana, que para eso tienes internet.
Y una leche.
Por rápido y eficaz que seas, leer -y asimilar lo leído, si no para qué- lleva su tiempo, igual que escuchar canciones o ver películas y series con la atención que merecen.
Para estas últimas, tenemos los minutos anotados en nuestra parrilla personal: 22 minutos una sitcom, 42 las demás, algo menos si te saltas la cabecera, algo más si es The West Wing y te pierdes medio de un walk&talk por los pasillos; una hora para las de la BBC o HBO, otra hora más para llorar uno de Six Feet Under.
A veces, en según qué serie que se ve casi por compromiso y no se merece demasiado, llegamos al punto de poner el reproductor a doble velocidad. En serio.
Leemos en el tren, a la ida y a la vuelta del trabajo. Si nos encontramos con alguien hay que dejar la lectura a medias… o fingir que no nos hemos visto para poder seguir leyendo.
Además, claro, hay que formarse una opinión de todo lo consumido y ser capaz de defenderla con criterio y dignidad. Y algo de humor, claro, que siempre da puntos.
Y, por supuesto, seguimos reconociendo con máxima vergüenza que todavía no hemos visto tal película o que tenemos a tal autor pendiente, pero que le tenemos muchas ganas. O que no tenemos ni idea de ese grupo tan importante del que nos hablas, pero que nos lo apuntamos y ya te contaremos.
Nos hacemos listas y listas que no paran de crecer, por más que tachemos.
Porque, además, no sólo hay que rescatar todo lo que nos perdimos en su día -muchas veces porque, básicamente, no habíamos nacido- sino que ahora, hoy, se sigue produciendo, en más soportes, por más gente y a más velocidad que nunca.
¿Presión? ¿Por qué? Si nos encanta todo esto…